LA PROFESIÓN DOCENTE

 Una vez más nos encontramos en este espacio docente para comentar algunos aspectos educativos. En esta quinta entrada comentaremos una de las funciones docentes que se recoge tanto en la LOE como en la LOMLOE en su artículo 91.1.g  Y que analizaremos a partir de la visualización del vídeo “UN PULSO AL FRACASO”, que podéis ver pulsando en él. 


El fracaso escolar es un problema de gran calado en España, muchos creen que simplemente se trata de una situación en la que el alumno no ha sido capaz de adquirir los conocimientos correspondientes con su edad. Sin embargo, situaciones reales demuestran que, realmente, es cuando el sistema educativo deja fuera al alumno por no ser capaz de seguir al grupo, ya sea debido a problemas emocionales, de aprendizaje o trastornos psicológicos no detectados por su entorno. 

Muchos adolescentes que han abandonado los estudios con menos de 18 años, son jóvenes cuyos problemas familiares les han mermado la autoestima, haciéndoles pensar que son incapaces. 



Mediante los Centros de Segunda Oportunidad se pretende ayudar a los jóvenes que han perdido la esperanza respecto a su educación. En ellos la transmisión de conocimientos pasa a un segundo plano, ya que la importancia recae de manera contundente sobre el individuo. Algunos de los alumnos que acuden a estos centros han tenido experiencias bastante pésimas en su recorrido escolar, presentan unas características que suelen complicar las clases a los docentes de ahí la importancia, en todo momento, de hacer que saquen todo su potencial, trabajando con ellos en un clima de respeto, dándoles voz y escuchándolos de forma empática, prestando atención a sus necesidades académicas.


No debemos olvidar desde la docencia fomentar la tolerancia y la conciencia social mediante proyectos que les animen a cambiar el mundo.

Es importante desarrollar competencias básicas en el alumno, pero también atenderlo de forma integral y ofrecerle apoyo y orientación tanto académica, como profesional. Ya que muchos de los alumnos que sufren dificultades no son capaces de pedir ayuda. Se debe prestar atención a su desarrollo intelectual, afectivo, psicomotriz, social y moral. 

Es necesario impartir determinados conocimientos a los estudiantes, pero también hay que comprender que cada individuo tiene unas necesidades educativas distintas y que los factores que influyen en el aprendizaje de cada alumno no son iguales en todos los casos. 

Si durante toda su vida académica estos chicos han estado escuchando que son malos estudiantes, acabarán por obsesionarse queriendo abandonar lo antes posible el sistema educativo. 







Pensarán que son incapaces de obtener una oportunidad laboral en su vida, debido, probablemente, a los errores cometidos por gran parte de los adultos de su entorno, que no les han dejado demostrar cuales son realmente sus capacidades. Por ello, es posible ayudar a que alcancen el logro más importante: modelar su propia vida, ofrecerles la formación necesaria para que adquieran un empleo que es lo que realmente les permitirá tener libertad.

¿Y tú?¿Crees que es posible ayudar a los alumnos a  recuperar la confianza en sí mismos y sus capacidades?¿O por el contrario opinas que no es posible ayudar a aquellos que no han adquirido determinados conocimientos?



Comentarios

  1. ¡Hola Carmen!
    Me gusta mucho tu entrada en el blog y, sobre todo, el enfoque que le das en los errores que cometen muchas veces los adultos o responsables por los alumnos. ¿Cómo ofrecerías, desde el punto de vista de futura docente, ese apoyo que necesitan los jóvenes para "recuperar la confianza en sí mismos y sus capacidades?
    Wishing to see your response!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Hola Mariam!
      Me alegro mucho de que te haya gustado esta entrada. Respondiendo a tu pregunta: creo que el principal apoyo que podemos brindar desde la docencia empieza por conocer a cada alumno. Partiendo de que esta es una tarea compleja, debemos saber que muchos casos en los que se da el fracaso escolar vienen asociados a situaciones familiares difíciles de abordar desde la perspectiva adolescente. Considero que hay que sentarse a hablar con el alumno, intentar conocer que le causa frustración; y si es posible, conocer también a las familias. Pero principalmente, hacerle entender que no son inútiles por no obtener las mismas calificaciones que el resto de compañeros. Ya que en muchos casos lo que falla es el método de aprendizaje, por lo que hay que reforzar cada paso que dé y no castigar de manera continuada para no caer en indefensión aprendida. Espero haberte respondido a lo que me has preguntado y te agradezco enormemente que hayas dejado un comentario.
      ¡Un saludo!

      Eliminar
  2. ¡Hola Carmen! Una entrada muy interesante. Quería preguntarte cómo ves tú el papel que tiene el modelo de exámenes en el fracaso escolar. El hecho de que suspender o aprobar sea la mayor referencia a la hora de valorar los conocimientos aprendidos, ¿cómo puede afectar eso a esa autoestima?

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Hola Alberto! Lo primero, muchas gracias por pasarte por aquí. En segundo lugar y respondiendo a tu pregunta, creo que los exámenes no son la forma más adecuada de valorar las capacidades del alumno, todos podemos tener un mal día en el que un examen sale fatal y que ello se vea reflejado en un boletín de notas. Sin embargo, un cinco o un nueve no te hace mejor o peor estudiante. Como se decía en la carrera: un cinco no es un cinco son 6 créditos. Por supuesto una calificación puede afectar enormemente a la autoestima, si siempre obtienes suspensos acabarás cayendo en el derrotismo y finalmente rechazando los estudios. Espero haber respondido a tus dudas ¡Un saludo!

      Eliminar

Publicar un comentario

Seguidores

Entradas populares de este blog

PEDAGOGÍA ACTIVA EN LOS CHICOS DEL CORO.

ACERCA DE MÍ...

HOMESCHOOLING O EDUCACIÓN DESCENTRALIZADA