EL ACONSEJADOR QUE MEJOR ACONSEJE, BUEN ACONSEJADOR SERÁ...

 Bienvenido en una nueva ocasión a este espacio de reflexión educativo. En la entrada de hoy hablaremos de las similitudes y diferencias entre coach educativo, tutor, orientador, asesor e influencer. Y por supuesto, daré mi opinión al respecto aunque eso pueda suponer el malestar del lector.

En primer lugar, considero importante partir de aquello que comparten todos y cada uno de ellos y es que son personas que influyen de un modo u otro en la vida de las personas, pero no todos lo hacen del mismo modo. 

Y es que un coach educativo es algo similar a un profesor de clases particulares, asesora académicamente a sus estudiantes, les ofrece técnicas de aprendizaje, métodos que sirvan de motivación, acompañan a estos hacia sus objetivos. Es decir, un término similar en castellano sería animador educativo. 


Por otro lado tenemos al tutor, esa persona que asiste a sus alumnos, guiándolos y protegiéndolos en algunos aspectos. Son también guías académicos al igual que los coaches, sin embargo hay una diferencia clara. Los tutores también trabajan de forma directa con las familias de sus alumnos y también ayudan a que sus alumnos adquieran valores sociales para la buena convivencia en los centros escolares pero también para el día a día.



Además de coaches y tutores, debemos hablar también de los orientadores. En el caso del orientador educativo, su papel principal es el de detectar a tiempo cualquier problemática educativa o personal en los alumnos, asesorar al profesorado y a las familias, así como detectar y tratar los problemas del aprendizaje. Son psicólogos y pedagogos que orientan a los alumnos en las diversas salidas educativas y laborales. La labor de los orientadores es sumamente importante y en ocasiones poco reconocida. Si deseas conocer más acerca de la orientación educativa AQUÍ  tienes el enlace a una de mis entradas de este blog para que puedas saber más sobre el tema. 

Pero además de los orientadores educativos también existen los orientadores laborales. Su función principal es ayudar a conocer portales de búsqueda de empleo y enseñar a cómo usarlos, dar las directrices para la elaboración de currículums y facilitar ofertas de empleo a los interesados en ser orientados laboralmente. Además al igual que los orientadores o los tutores ofrecen un servicio que para los usuarios es gratuíto, es decir no deben ofrecerles una remuneración.


Siguiendo con nuestra reflexión, pasamos a hablar de la figura de los asesores, estos son especialistas en determinadas materias que ofrecen consejos u orientación a otras personas a cambio de una contraprestación monetaria. Es decir, ofrecen un servicio informativo y de apoyo, al igual que los anteriores, pero al igual que los coaches recibiendo la correspondiente remuneración económica por parte de sus clientes. 

 

Por último, pasamos a mencionar la personalidad más controversial de todas las ya citadas; la figura del influencer. Por supuesto son sujetos que con sus acciones influyen en el comportamiento de los demás, pero ¿Eso realmente supone algo bueno?. En mi opinión pocas veces la influencia es positiva en estos casos, ya que a diferencia de los demás sujetos mencionados a lo largo de esta entrada, los influencers no presentan comportamientos ejemplarizantes, dignos de imitar. Sino más bien, representan una especie de cultura del mínimo esfuerzo, en la que un número de seguidores implica socialmente el éxito. 



Sin embargo, la realidad es mucho más dura y en la mayoría de casos, el triunfo mediático de los influencers viene asociado a tendencias o modas pasajeras, sin que exista un valor, un logro auténtico. Es cierto que el ‘’asesoramiento’’ del influencer es gratuito, sin embargo lo que puede aportar al usuario carece de importancia comparado con lo que puede ofrecer un tutor, orientador, asesor o coach educativo. 

Por todo lo dicho con anterioridad me gustaría aclarar que, para mi, los influencers no deberían tener la misma consideración que el resto de sujetos comentados a lo largo de esta entrada, ya que su ‘’labor’’ en ningún momento puede suponer un apoyo para quienes sigan a dichos personajes. 

Finalmente, si tuviese que añadir alguna profesión más que sirva de influencia o asesoramiento me gustaría mencionar a los monitores ya sean de actividades extraescolares o de campamento,  ya que guían a su aprendices o a quienes están de algún modo a su cargo para que no tengan dificultades a la hora de llevar a cabo distintas tareas. 



Y tú ¿Crees que existen otras profesiones que sirvan para asesorar o que tengan cierta influencia en determinado público?

Espero que hayas disfrutado de esta entrada, deja aquí abajo un comentario con tu opinión, reflexión o crítica y estaré encantada de responderte. 


Comentarios

  1. Hola Carmen ésta entrada me ha parecido bastante interesante, explicas las diferencias entre diferentes profesiones que comparten una misma esencia, la transmisión de valores y enseñanzas del especialista a sus alumnos. Me gustaría de alguna manera incluir también a los presbíteros, ya que anuncian el Evangelio entre los fieles y también cumplen un papel fundamental, orientar a los creyentes.
    Curiosamente, y perdóname si parece que infravaloro la profesión del educador, orientador o del asesor, pero me viene a la cabeza otra de las más antiguas profesiones que es la de camarero o mesonero, en la que era y sigue siendo típico el ir los clientes a contarles su vida y problemas y que sea el propio empleado de la cantina el que anime, oriente o asesore desde el otro lado de la barra, aunque no sea del todo correcto, pero ya estarían por encima de esos influencers vendedores de mentiras, y lo mejor, que no cobran.

    Un saludo Carmen.

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